BODAS PARA RECORDAR SIEMPRE

Desde un punto de vista cristiano, ¿Como era el vino que Jesús transformó?

Gracias a quienes han preguntando la razón de porque no he escrito nada nuevo, la respuesta es muy sencilla, he estado fuera de mi ciudad (Cancún, México), por motivos muy similares a los de la pareja de recién casados, Peggy y James, los mas ancianos del mundo, que a sus 87 y 93 años de edad respectivamente, contrajeron nupcias en Irlanda. Y ahora en su “retiro” y a la vez “Luna de miel”, recorren constantemente toda Europa con la finalidad de servir como modelo a las parejas más jóvenes, sin duda ellos son un verdadero ejemplo de que nunca es demasiado tarde para cumplir tus sueños. Por otra parte y para concluir los temas relacionados a la Semana Santa, hago referencia a la boda más citada en la Biblia y el simbolismo del vino en esta: Jesús asiste a una boda de Caná en Galilea, la cual se celebró bajo estrictas costumbres y ritos judíos (En el mundo judío la boda era un asunto familiar y privado. No se celebra en la sinagoga, sino en casa), Entre los invitados, familiares y amigos, se encuentra la madre de Jesús y cada uno de sus discípulos. No está solo Jesús, está con sus discípulos, en grupo, en comunidad. Y como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre “No tienen vino”. El vino es símbolo de fiesta (Is 25,6), de alegría (Sal 104,15), de amor. Dice la novia del Cantar de los Cantares: Mejores son que el vino tus amores (1,2); y también: Te daría a beber vino aromado (8,2). Su madre sigue adelante y dice a los sirvientes: Haced lo que él os diga. Jesús puede resolver el problema, pero es fundamental que los sirvientes sigan cualquier indicación suya. Estaban allí colocadas seis tinajas de piedra para la purificación de los judíos, de unos cien litros cada una. Les dice Jesús: Llenad las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. En realidad, alguna responsabilidad tenía este hombre de que faltara vino. Después de orar, Jesús convirtió el agua en vino. Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales.

Lo viejo ha pasado, lo nuevo ha comenzado (2 Co 5,17). Se anuncia el vino nuevo, un nuevo templo, un nuevo nacimiento, el agua viva y el culto nuevo en espíritu y verdad. La sustitución del viejo templo (forma de vida u orden religioso) por uno nuevo es un hecho. Sin duda, así es el matrimonio.